La adaptabilidad de las marcas a las condiciones del entorno que les rodea y los distintos canales de difusión que utiliza, se ha convertido en un requisito fundamental para garantizar su vigencia y tener una mayor afinidad con sus consumidores.
Crear una conexión fuerte, que vaya más allá de los dispositivos electrónicos que nos ayudan a comunicarnos, en medio de las medidas de autocuidado que nos obligan a estar distanciados para evitar el contagio; es la misión que muchas compañías nos hemos planteado cumplir, impulsándonos a hacer cambios estructurales en la forma cómo nos vemos y cómo nos gusta ser percibidos.
Este es precisamente el caso de igloolab, donde nos aventuramos a hacer un cambio de imagen y evolucionar nuestra marca, para afianzar los valores que representamos como compañía y evidenciar de mejor manera cómo hemos pasado de ser una Health Agency, a convertirnos en un aliado estratégico en salud.
Concepto de marca
Evaluar qué veníamos haciendo y de qué manera podríamos contribuir directamente a mejorar la calidad de vida de las personas, fue el primer paso.
Por ello, nos propusimos generar acciones que cuiden la vida, con herramientas disruptivas que van mucho más allá del gran impacto que provocan las experiencias digitales en las cuales nos hemos especializado durante varios años, y que ahora se ajustan al nuevo escenario mundial en medio de la pandemia, uniéndolas al plano físico sin representar riesgo: Asumimos el reto de acercarnos cada vez.
Empezamos por nosotros mismos, y dejamos de “distanciar” nuestro propio nombre, suprimiendo el guión medio o dash en Igloo-Lab para convertirnos en Igloolab. Parte de nuestra labor en la compañía es “hacer de la ciencia algo simple”, por eso, nuestro nombre también debía simplificarse y ser consecuente.
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La mayoría de las agencias dedicadas, como nosotros, al marketing digital farmacéutico han incluido directamente en su naming vocabulario científico o médico: pharma, medical, digital, tech, etc. Nosotros no queríamos nada convencional, por eso pensando en el mercado tan cambiante y competitivo al que nos enfrentamos, donde cada nuevo descubrimiento o idea debe ser resguardada de la mejor manera y en el cual se trata explícitamente de salvar vidas ¿qué mejor para cuidar de todo esto? De ahí nace la analogía de un iglú.
La mayoría de las agencias dedicadas, como nosotros, al marketing digital farmacéutico han incluido directamente en su naming vocabulario científico o médico: pharma, medical, digital, tech, etc. Nosotros no queríamos nada convencional, por eso pensando en el mercado tan cambiante y competitivo al que nos enfrentamos, donde cada nuevo descubrimiento o idea debe ser resguardada de la mejor manera y en el cual se trata explícitamente de salvar vidas ¿qué mejor para cuidar de todo esto? De ahí nace la analogía de un iglú.
Nuestro signo: La ‘i’ creativa
Creamos además un isologo que nos relacionara directamente con lo que nos apasiona: la ciencia. Así surgió nuestra ‘i’ creativa, que simula una probeta con un componente saliendo de ella.
Entre los aspectos más importantes para tener en cuenta a la hora de iniciar un proceso de cambio de imagen de marca, es asegurarse de que la misma pueda sobrevivir en el tiempo y para ello, es fundamental que su diseño pueda adaptarse a cualquier tono, color o estilo.
Somos incluyentes y todos los colores caben en nuestra compañía, por eso la imagen de igloolab es multicolor. No queremos referenciarnos con un solo aspecto de lo que hacemos, sino con una proyección macro de lo que podemos lograr, por eso, predomina el color morado, que representa la creatividad y la imaginación.
Inventamos nuestra propia química
Igloolab es un laboratorio creativo, nos especializamos en marketing de salud omnicanal, donde coordinamos todos los canales disponibles, conectados entre sí, buscando una comunicación efectiva.
Como Health Agency siempre hemos tenido la gran responsabilidad de hacer realidad proyectos con alto impacto en el sector salud. Por eso, nuestra nueva imagen muestra cómo hemos avanzado de manera asertiva, y estamos descubriendo todos los días “sustancias compatibles” con salud e innovación para provocar una gran reacción química llena de creatividad, trabajo colaborativo e ideas disruptivas que ayuden en el bienestar de todos.
Por eso, creamos nuestra propia química, que la describimos como ese feeling que nos conecta a otras personas; y que, al mezclarse, genera una especie de chispa que activa nuestra pasión. Cada idea que desarrollamos, se convierte en una fórmula que cristaliza todo lo que nos imaginamos, que nos motiva a generar acciones que cuiden la vida y vinculen a las personas.
Hace algunos años, nadie le apostaba a que la fórmula medicina-creatividad tuviera tanta relación, pero en realidad ambas tienen más “química” de lo que creíamos y nosotros simplemente nos encargamos de demostrarlo.
Luis Alfonso Ruíz
CEO – igloolab
